Un fallo de la Unión Europa podría
ahorrar miles de millones a los bancos españoles
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Un fallo de la Unión Europa podría
ahorrar miles de millones a los bancos españoles
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PHOTO: REUTERS
JEANNETTE NEUMANN
miércoles, 13 de julio de 2016 19:51 EDT
MADRID—Los bancos españoles se anotaron
una victoria provisional en su batalla contra el derrumbe continuo de las tasas
de interés de sus carteras hipotecarias, pero podrían estar perdiendo la
guerra.
Un asesor del máximo tribunal de la Unión
Europea se alineó el miércoles con los bancos en una opinión que se espera la
corte convalide. Los bancos, según el escrito, no deben ser obligados a
reembolsar todo lo que pagaron los deudores que firmaron contratos de tasa
variable que establecían un nivel mínimo hasta el cual podían descender los
intereses.
Sin embargo, fallos adversos de la
Justicia española ya han llevado a algunos prestamistas a eliminar tales
mínimos, lo que plantea la posibilidad de que las entidades terminen debiendo
dinero a sus deudores si las tasas de interés se hundieran más en territorio
negativo.
La tasa Euribor a 12 meses, una
referencia en la que se basa la gran mayoría de los préstamos para la vivienda
en España, ha caído a -0,06%. Las tasas que cobran los bancos españoles que
eliminaron el piso promedian cerca de 0,8%. Grupos de consumidores y
prestatarios han dicho que si la Euribor baja aún más, insistirán en que los
bancos paguen a los deudores. Ejecutivos de los bancos argumentan que la
legislación española los protege de tener que pagar intereses a los deudores.
Los inversionistas, cansados de tales
preocupaciones, celebraron la opinión que emitió Paolo Mengozzi, abogado general del Tribunal de Justicia
de la UE. Casi todos los grandes bancos españoles tienen algo en juego en el
caso, con riesgos de perder cientos de millones de euros. Las acciones de la
mayoría de los bancos registraron alzas en Madrid.
“Esta es una buena noticia para el
sector, ya que significa la desaparición de un riesgo de cola que había estado
acechando por un tiempo”, escribió en un informe de investigación Francisco Riquel analista de la firma
de servicios financieros N+1 Group, con sede en Madrid.
Los deudores habían llevado el caso a la
corte comunitaria, con sede en Luxemburgo, en busca de la revocación de una
sentencia del Tribunal Supremo español sobre el alcance de las obligaciones de
los bancos. El Tribunal Supremo ordenó a los bancos que dejaran de aplicar las
tasas mínimas en las hipotecas a partir de mayo de 2013, cuando dictaminó que
las entidades violaron las leyes de protección al consumidor. Los deudores
buscaban el reembolso de los pagos hechos hasta una década antes.
En su opinión, Mengozzi dijo que el fallo
de la corte española, que estableció una solución intermedia entre los derechos
del consumidor y lo que los jueces llamaron un riesgo de daño a la economía
nacional, es compatible con las leyes de la UE. “Un tribunal supremo nacional”,
escribió, “puede equilibrar la protección de los consumidores con cuestiones
macroeconómicas”. La opinión no es vinculante, pero la corte europea
normalmente sigue la orientación de sus abogados. Se prevé su decisión para
fines de año.
Los bancos españoles instituyeron los
pisos para las hipotecas hace unos 10 años en un intento de salvar sus márgenes
del impacto de las tasas de intereses en baja. Cautelosos ante la perspectiva
de que el auge de la construcción que vivía el país pudiera no prolongarse y
que las tasas pudieran caer, comenzaron a establecer límites sobre cuán bajas
podrían llegar a ser los intereses pagados por los clientes.
Los bancos
suelen establecer pisos de entre 2,5% y 3,5%, dice Carlos García González, analista de Société Générale SA. Eso significa que, sin
importar cuánto caiga la Euribor, los deudores hipotecarios nunca pagarían
menos de una tasa promedio de entre 2,5% y 3,5%.
Hacia el comienzo de esta década, con
España y gran parte de Europa en recesión, los deudores comenzaron a notar que
la Euribor bajaba pero no así las cuotas de sus hipotecas. Los deudores
llevaron a tres prestamistas a la Justicia, diciendo que no se dieron cuenta de
que sus contratos hipotecarios incluían límites de hasta dónde podrían caer sus
intereses.
La sentencia del Tribunal Supremo de
2013, que prohibió los mínimos, ordenó a los bancos que cesaran esa práctica a
partir de la fecha del fallo, aunque no tenían que reembolsar a los clientes el
exceso de intereses pagados. Un reembolso total, escribieron los jueces,
“generaría el riesgo de trastornos graves” en la economía de España.
Los deudores protestaron, argumentando
que si las tasas mínimas eran ilegales en 2013, también lo eran antes del fallo
del tribunal. Mientras tanto, otros prestatarios liderados por el grupo de
consumidores Adicae demandaron a decenas de bancos no alcanzados por la demanda
original. Un juez de Madrid, citando la sentencia del Tribunal Supremo, les
ordenó en abril que pagaran a los clientes el exceso de intereses, pero
retroactivamente sólo hasta mayo de 2013.
Cuando el cliente creía estar tomando un
préstamo con tasa de interés variable, “se encontraba sorpresivamente con una
cláusula que le impedía beneficiarse de las bajadas del tipo [de interés] de
referencia”, escribió el juez.
Los bancos españoles, que esperaban
perder este caso, habían comenzado el año pasado a eliminar los límites mínimos
a las tasas y a acumular reservas para posibles reembolsos. Los bancos han
retenido esos fondos mientras apelan el fallo. Sin embargo, han dejado de
aplicar los mínimos, tras lo cual también han caído las ganancias que obtienen
de esos préstamos. Las provisiones también les han resultado costosas.
Ejecutivos
de CaixaBank SA, por ejemplo, dijeron que la
eliminación de los pisos a las tasas reduciría sus ganancias por préstamos en
unos 220 millones de euros por año.
Si el
Tribunal de Justicia de la UE no sigue el consejo del asesor, BBVA, el segundo prestamista de España por
valor de mercado, enfrenta la posibilidad de tener que devolver unos 2.500
millones de euros (US$2.800 millones) a sus deudores hipotecarios, según un
cálculo que García González hizo en mayo.
CaixaBank
y Banco de
Sabadell SA deberían reembolsar alrededor de 1.500
millones de euros, mientras que Banco
Popular Español SAtendría que devolver en torno a 1.000 millones de
euros, según García González.
Banco Popular reportó una pérdida neta en
el cuarto trimestre de 2015 después de provisionar 350 millones de euros para
cubrir posibles reclamaciones legales.
Liberbank SA sería particularmente vulnerable, con
un potencial reembolso de 500 millones de euros, lo cual sería un golpe
devastador para un prestamista regional pequeño.
Banco Santander SA y Bankinter SA, que según los analistas no incluían
mínimos para los intereses de sus hipotecas, han evitado los interminables
casos legales.
Sabadell, en contraste, ha adoptado una
postura firma. Los ejecutivos de la entidad han mantenido su argumento de que
los pisos de las tasas de interés estaban claramente explicados y que los
clientes los entendieron bien, de modo que no hay necesidad de eliminarlos.